les "Jornades Doctorials" ja no son obligatòries!

Un gran día para los becarios FI de primer, segundo o tercer año (quien escribe está ya en el cuarto, ay...) y, en general, para quienes se dedican a la investigación no aplicada y no rentable. Todo un tema en tiempo de elecciones, cuando los manuales del candidato sólo hablan de investigación como sinónimo de desarrollo tecnológico e innovación empresarial.

En fin, quiero pensar que la decisión de la AGAUR ha tenido algo que ver con las denuncias que se han estado haciendo desde diversos ámbitos. También desde este blog: aquí y aquí. ¡Enhorabuena a todo el mundo!

Os copio aquí abajo la carta que han recibido esta mañana los becarios indultados. Que disfrutéis de su lectura.

Benvolguts i benvolgudes,

Us adrecem aquest escrit per informar-vos que seguint les instruccions de la Direcció General de Recerca, després d'un acord amb totes les institucions organitzadores de les jornades doctorials, s'ha pres la decisió que a partir d'aquest mateix any 2008 ja no s'aplicarà una part de la clàusula 1.2 de l'Annex III de la Convocatòria FI, concretament la que feia referència a "Per accedir a la darrera anualitat caldrà haver participat amb
aprofitament a les jornades doctorials (...)".
Lamentem no haver pogut informar abans d'aquesta circumstància, però fins ahir no es va prendre la decisió definitiva. Esperem que això no us suposi cap greuge en la vostra planificació.
Cal afegir que es considera també que les jornades doctorials
aporten unvalor afegit a la formació i competència dels doctorands. Per aquesta raó, malgrat no ser obligatòries ja dins el col.lectiu FI, es seguiran organitzant amb la diferència, però que a part de l'assistènciavoluntària dels doctorands, s'ha aprofitat per dotar-les d'un nou format més àgil i menys absorbent pel que fa al temps de dedicació, en base als comentaris recollits a les enquestes dels assistents d'edicions anteriors.
A nivell de resum, les doctorials aniran adreçades als estudiants que ja hagin superat el DEA o equivalent. Amb tota probabilitat es faran a laciutat de Barcelona, durant dos dies i mig, entre el 10 i el 12 de juny de 2008, en una única edició (excepte que el nombre de sol.licitants aconselli fer-ne més). Es planteja un format diferent, posant èmfasi en les oportunitats professionals del doctors de les diferents disciplines, i en les competències necessàries per afrontar el món laboral, bé sigui al sector públic o privat.

Properament l'AGAUR farà pública una convocatòria per a sol.licitar l'accés a les jornades doctorials 2008, oberta a tots els doctorands de Catalunya. Aquells que curseu els doctorats en universitats de fora de l'àrea metropolitana de Barcelona tindreu facilitats econòmiques per fer front a les despeses de transport o allotjament, si escau.

Agraïm la vostra comprensió, i us animem novament a participar-hi.

Restem oberts als vostres comentaris, que podeu fer arribar
a
jruiz@agaur.gencat.cat

Atentament,

Lluís Rovira

Director Adjunt

Barcelona, 29 de febrer de
2008
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AGÈNCIA DE GESTIÓ D'AJUTS UNIVERSITARIS I DE RECERCA

MANIFIESTO. La reforma neoliberal de la universidad española: los Acuerdos de Bolonia como pretexto

Lo que copio aquí abajo es un manifiesto difundido por profesores e investigadores universitarios descontentos con la instrumentalización de la reforma universitaria europea por parte de quienes se proponen poner a la venta la universidad. Podéis adheriros enviándome un correo.


MANIFIESTO
La reforma neoliberal de la universidad española: los Acuerdos de Bolonia como pretexto
"Ante la ausencia de debate público respecto de la reforma de la universidad, tanto en lo que hace a los planes y evaluación de los estudios superiores, como a su relación con las necesidades de la sociedad -necesidades que se pueden definir de muchas maneras y que, sin doblegarse a un único discurso, la universidad debe recoger en su pluralidad- los abajo firmantes exponemos:

Los Acuerdos de Bolonia, seguidos de otras resoluciones en diversas ciudades europeas, se tomaron en 1999. Los países, entre los que se contaba España, convinieron en seis puntos que son propuestas políticas, pero no normas exigibles desde una perspectiva legal. A pesar de este carácter declarativo, “Bolonia” se ha esgrimido y se esgrime en nuestro medio como pretexto para disminuir e incluso anular la función fundamental de la universidad –en todas sus vertientes científicas y humanísticas- que el gran lingüista y filósofo Charles S. Peirce, fundador del pragmatismo, definió como "espacio en el que se expone la condición viva del pensamiento".
Es necesario recordar aquí, de manera sumaria, en qué consisten esos acuerdos,
incluso con las modificaciones posteriores a las de 1999: 1) adopción de un
sistema comparable de titulaciones; 2) que este sistema esté preferiblemente
dividido en dos ciclos; 3) que sea evaluable por un sistema de créditos comunes,
llamados por ello europeos; 4) que se promueva la cooperación europea para
alcanzar niveles comparables de calidad y metodología; 5) que se promueva la
necesaria dimensión europea de los planes de estudios y que esto facilite los
niveles de ocupación de los ciudadanos de la Unión; 6) que se promueva también
la movilidad de todos los estamentos de la comunidad universitaria. Con la excusa de "Bolonia", las autoridades universitarias españolas y catalanas comenzaron una transformación en la que ese conjunto de propuestas pensadas para facilitar convalidaciones, disminuir la burocracia y consolidar cierto estado de conciencia europeísta, que a su vez favorezca la entrada de la población universitaria al ámbito laboral, se ha transformado en pretexto para dos tipos de modificaciones. En apariencia ambas son asépticas y se esgrimen como movimiento de modernización, por lo que su sustrato ideológico se suele dar por indiscutible, tanto en el modo de exposición, más asertivo que argumentativo, como en la ausencia casi completa, en sus documentos, de invocación de autoridades y referencias académicas serias.
La primera modificación supone el transporte de las teorías del aprendizaje de la infancia y la adolescencia al mundo de los adultos que asisten a la universidad, como lo prueban los “manuales” que utiliza el Ministerio de Educación y las autoridades universitarias catalanas, plagados de consideraciones y advertencias propias de edades previas a la entrada en la adultez. Ante esta tendencia a la minorización de los estudiantes universitarios, hay que recordar que estos son adultos que votan, conducen coches, pueden ser padres y son responsables plenos, política y penalmente, de sus actos. De repente, a partir de aquella traducción, la vida universitaria –o algunos de sus miembros embarcados en tareas de gestión- ha tendido a admitir un modelo de vigilancia de los estudiantes, que parecen convertirse en tutelados permanentes cuyas disposiciones psicológicas y sociales deben ser vigiladas y orientadas hacia el beneficio del grupo, sea éste lo que sea. No es esa la única tutela que se ejerce sobre la comunidad universitaria, ya que un porcentaje de profesores en precario que, en el caso de las universidades catalanas, alcanza niveles escandalosos, se ve limitado, debido a esa misma precariedad, en su capacidad de pronunciarse abiertamente acerca de cuestiones concernientes a los nuevos sistemas de evaluación y los planes de estudio. Resulta sintomático que se desvíen de manera soterrada recursos enormes a la gestión de la "innovación pedagógica" y en cambio el profesorado no numerario esté sometido a unas condiciones salariales míseras y otras laborales de dudosa legalidad, que los obligan a hacerse cargo de las mismas responsabilidades que los numerarios. La calidad de la docencia -entendida como transmisión seria, compleja y variada del saber- se alcanza así a pesar de las autoridades universitarias, no gracias a ellas.
La segunda modificación tiene que ver con una inquietante reduccción de la perspectiva social: nuestras autoridades esgrimen las necesidades de la “sociedad” para celebrar la utilización del léxico de las “habilidades” y “competencias” y proclaman el abandono o relegamiento del exigente mundo de los “contenidos”. Sólo que “sociedad”, en este caso, equivale a “empresa”. A esa grotesca reducción, a la que nos negamos, se debe la fuerte tendencia al abandono de términos como “saber” y “estudio” entre nuestras autoridades universitarias. De allí que ellas subrayen la "innovación docente" como mera "innovación técnica" de la transmisión. De hecho, las dos transformaciones encuentran su punto de unión en poderosos instrumentos de control que son preconizados y esgrimidos sin que quepa discusión. Cuando ésta se produce las autoridades o sus portavoces hablan, de manera inquisitorial, de "resistencia solapada", "egoísta", "desconfiada", "menos confesable" y, además, "doble, individual o colectiva, simultáneamente o por separado" (sic): véase el folleto de la Universitat de Barcelona ¿Qué es el Espacio Europeo de Educación Superior? firmado por José Antonio García Suárez. Por último, cabe señalar que el control se ha unido, en el caso de Catalunya, a la concesión o no a los profesores de los complementos autonómicos, concesión que queda o puede quedar en manos de fundaciones, empresas y servicios en ocasiones privados y no sometidos a evaluaciones universitarias. Esto sucede ya con la renovación de las becas predoctorales de la Generalitat: los becarios son actualmente obligados a asistir a un seminario de tres días, organizado por un ente privado, so pena de perder la renovación de las becas.
El otro
instrumento para adecuar la universidad a la empresa es la reforma de los planes
de estudio, para la que se esgrimen razones de tipo laboral que, en lugar de
asegurar la independencia de las universidades respecto del desarrollo de sus
disciplinas y modos de acceso al conocimiento propio, las someten a las exigencias del mercado. En el caso de las ciencias exactas y aplicadas, con la natural complacencia de aquél.
En el caso de las disciplinas humanísticas, sin ninguna necesidad perentoria, salvo una curiosa vocación imaginaria de sometimiento a la "empresa" que pasa por un rebajamiento innecesario de los contenidos. Innecesario, ya que el mercado suele llegar a las humanidades mediatizado por otros organismos sociales y educativos. En este segundo caso, una de las funciones de la universidad debe estar orientada a preparar a los licenciados de manera solvente y rigurosa hacia la enseñanza y también hacia las actividades propias de la gestión cultural y editorial, pero sin descuidar el ámbito propio del desarrollo, en todos los espacios y disciplinas, de los variados recursos del pensamiento crítico, base y condición de la ciudadanía en la democracia.
Esta variedad de funciones es un punto crucial del que no podemos abdicar en ningún caso: preparar a los licenciados para el trabajo no significa ofrendarlos a la "empresa", sino, al contrario, ofrecerles instrumentos para recibir e incorporar los mejores, más elevados y complejos conocimientos en cada campo específico. Con esos instrumentos podrán resolver, del modo más libre posible, su relación con la sociedad, relación que incluye el derecho inalienable al trabajo.

Por todas estas razones, los abajo firmantes sostenemos que al abandonar el compromiso público de la transmisión específica del saber se roza peligrosamente el fraude. Primero, porque se recorta el derecho de los estudiantes a recibir e incorporar los conocimientos académicamente contrastados en cada una de las disciplinas de que se trate. Segundo, porque se restringe la libertad de cátedra al disminuir la importancia de los contenidos incorporados por el estudiante –su saber- en aras de una difusa, inaceptable y totalitaria vigilancia sobre su modo de ser.

"Otra Investigación es Posible"


La Federación de Jóvenes Investigadores (FJI) convoca una manifestación para el próximo sábado 1 de marzo de 2008 en Madrid bajo el lema "OTRA INVESTIGACIÓN ES POSIBLE".

Termina ahora una legislatura de gobierno iniciada con la aprobación del Estatuto del Personal Investigador que deja sin protección social a miles de investigadores. Una vez más hemos asistido a una legislatura donde la política científica de parche o de escaparate ha tenido el papel principal. Es el momento de denunciar públicamente que por encima de la propaganda institucional del Gobierno, la realidad del día a día sigue estando basada en un modelo obsoleto y precario que nos va a llevar sin lugar a dudas a perder el tren de la innovación y el desarrollo.

Estas son las razones para protestar:
Por promover la Investigación en Precario: El Gobierno no ha aplicado las recomendaciones del Consejo en la Carta Europea del Investigador y el Código de Conducta para la Contratación de Investigadores. Se sigue basando la investigación en un modelo de becas y sigue existiendo investigadores sin ningún tipo de protección social ni laboral.
Por una política de inversión que olvida los Recursos Humanos: La falta de un compromiso con el aumento definitivo en inversión lleva a planteamientos irreales en los Presupuestos Generales del Estado y nos aleja de las posiciones de los países europeos de nuestro entorno. La falta de planificación en la inversión, que no centra el esfuerzo en los recursos humanos, da como resultado unas condiciones y un entorno que obligan a los investigadores a tener que trabajar en el exilio.
Por la inexistente Carrera Investigadora: La mayor parte de estos problemas tienen su origen en la falta de previsión de necesidades del sistema I+D y en la inexistencia de una Carrera Investigadora. Es necesario estructurar una Carrera Investigadora articulada en etapas sucesivas, basada en los méritos adquiridos y en una evaluación externa objetiva que ponga fin a los huecos que existen entre una fase y otra ligados a los largos períodos sin remuneración que existen en la actualidad.
Por la necesidad de un Pacto Nacional por la Ciencia: La planificación científica a largo plazo debe ser fruto de un Gran Acuerdo por la Ciencia y la Investigación basado en criterios científicos y no en el oportunismo político expuesta permanentemente a las decisiones del Gobierno de turno.

MANIFESTACIÓN
MADRID, 1 DE MARZO DE 2008
12:00 h en la Puerta del Sol