M13 a Weissensee
Ante el poco éxito de mis planes, decidí redirigir mi rumbo. Volví a montar en el tranvía M13 con la idea de ver exactamente qué recorrido hace hasta Wedding. Continuamos atravesando aquellas avenidas de grandes bloques rehabilitados y, más allá del terreno conocido, llegamos a Weissensee. La arquitectura fue haciéndose menos mastodóntica y también menos moderna a medida que recorríamos el Weissenseer Weg y la Indira-Gandhi-Strasse. Cruzamos una zona de grandes espacios, cementerios, fábricas, instalaciones deportivas, los talleres de la BVG... hasta que, por fin, torcimos por la Berliner Allee y nos encontramos en una zona de Altbau bastante comercial en torno a la Antonplatz. Pensé que todo aquello resultaba agradable, muy "barrio", y que casi ninguno de mis amigos y conocidos contempla la posibilidad de irse a vivir por allí. Pese a su estética no demasiado diferente a la de Friedrichshain, Weissensee está fuera del mapa mental de la mayoría.