adiós a Ostkreuz

Pasando bajo un túnel, llegué al lado de Ostkreuz y entré en la estación con intención de atravesar hasta la Simplonstrasse. Al acceder al pequeño vestíbulo con el Asian Imbiss [establecimiento de comida rápida], pensé que quizá no volvería a ver la estación en aquellas condiciones. Puse especial atención en el trajín de pasajeros y en el guirigay de vías y andenes. Las excavadoras ya habían eliminado algunos montículos que hasta entonces habían ejercido de barreras visuales. Se desvelaban así algunos de los misterios que la estación había ocultado desde siempre a los viajeros desorientados.



Vista así, desde uno de sus paso elevados, Ostkreuz parecía más bien una especie de terrario por el que atravesaban las lombrices rojas y amarillas de los trenes. Algo más allá, junto al puesto de salchichas, el caserón fantasmagórico revelaba las miserias de su tejado ruinosos, y los barracones sobre cuyas paredes se apoyaban cientos de bicicletas parecían asumir que tenían los días contados. Este fue mi penúltimo paso por Ostkreuz antes del regreso. Puede que en verano ya no se parezca demasiado a lo que acabo de describir.

[Berlín, marzo de 2007]

3 comentarios:

Marta dijo...

ire... a ver si vuelves de vacaciones...se te echa de menos en la red!!

p i r e n e 1 9 7 9 [at] h o t m a i l . c o m dijo...

estoy y no estoy...
cojo una red de "internet rural" a ratos, pero no encuentro el momento de postear.

hoy de bajada de Batisielles, recordando momentos de enfurruñamiento hace dos años.

hasta pronto,

i.

Marta dijo...

por cierto q te he copiao tb el diseño..

enfurruñamiento.. quien?!!!