un sofá en la acera
Venía hacia el "Kaufbar" para escribir y aprovechar esa rendija de sol que se nos ha colado en la tarde. Justo antes de llegar a la terraza, he visto cómo dos mujeres observaban un enorme sofá naranja que, con el correspondiente cartelito ["se regala"], había aparecido en la acera. Las mujeres se han sentado en dos sillas allí al lado. He sacado la cámara y he fotografido aquel armatoste. Entonces una de las mujeres me ha dicho: "puede usted llevárselo, no nos cabe". Le he dado las gracias y le he dicho que yo tampoco tengo sitio...
Ya desde la cafetería, he ido observando las reacciones de la gente. Varias personas han mirado el sofá sin detenerse. Al cabo de pocos minutos, dos chicas que iban con un perro y un bebé se han parado a examinarlo mejor. Han preguntado si podían probarlo, lo han puesto horizontal y se han sentado. Iban comentando la jugada, hasta que finalmente parece que han decidido quedárselo. Han quitado el cartelito, han colocado el sofá al revés, y han dicho que se iban a buscar un coche. De eso hace ya un buen rato, y aún no han venido a recogerlo. Mientras tanto, sin el cartel y así colocado, el sofá no parece llamar la atención de los transeúntes. Las señoras "donantes" se han marchado en un coche y, en el local del que han salido, sólo queda un hombre haciendo reformas. En cualquier caso, aquí tenemos un "regalo sin obligación" pero con un primer grado de interacción y compromiso. De algún modo, las "donadoras" han guardado el mueble para unas "receptoras" en concreto, y ha habido un cierto intercambio de palabras entre unas y otras. Falta saber si al final se deciden a venir, o si el sofá va a quedar ahí abandonado. O si el señor del local, sabiendo que se expone a una multa, decide volver a guardarlo.
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