26 de octubre

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Salí de casa con la bici para llegar a la Ostbahnhof sobre las ocho, con tiempo para comprar el billete. Pedaleando algo ahogada por una calle cercana a la Strasse der Pariser Kommune tuve mi primer encuentro con un "Polizist" que seguramente iba hacia la comisaría cercana (un edificio algo tenebroso que invita a viajar al pasado). El caso es que el señor, tras pararme con el gesto reglamentario y desearme "guten Morgen", me indicó que no estaba bien eso de circular por la acera. No se me ocurrió más que darle las gracias (!) y obedecer como un corderito... ¡qué remedio!
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