buscando habitación en Berlín
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Los habitantes del piso se constituían en un tribunal más o menos disimulado y recibían a los candidatos, a menudo en horas nocturnas en las que, supongo, era más sencillo coincidir todos. En este tipo de situaciones alguien se encargaba casi con indiferencia de mostrar el piso al Bewerber [candidato], pero estaba claro que la "chicha" era lo que se dirimía en el sofá o en torno a la mesa de la cocina. Todo esto ocurría en las WGs [pisos compartidos] más pobladas y aparentemente más "horizontales", donde la decisión requería un cierto consenso tras la correspondiente deliberación. Era habitual que la escena se revistiera de informalidad y de "buen rollo", hasta el punto de que se hablaba sobre temas que poco tenían que ver con la convivencia. El caso más extremo fue el de B. y D., en la Hübnerstrasse. Aquello se convirtió en una velada a medio camino entre la charla amigable y una competición a lo Gran Hermano. Y aquí es donde entra mi gran interrogante: ¿Por qué fomentaban algunos "seleccionadores" que coincidiera más de un candidato al mismo tiempo?
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