11 de octubre

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Me reencontré con aquel ambiente occidental-comercial-estándar que ya había apreciado la otra vez que paseé por allí: idéntico al Portal de l'Àngel. Tras visitar lo que queda de la iglesia [la Wilhelm-Gedächtnis-Kirche], bordeamos el Zoo y entramos en el Tiergarten siguiendo la línea del S-Bahn. Atardecía, y junto a nosotros pasaba gente volviendo a casa en bicicleta. Cruzamos la avenida del 17 de Junio y tomamos un camino paralelo a ella hasta que, al llegar a la rotonda dode está la estatua del ángel, decidimos salir a coger un autobús hacia el centro porque apenas quedaba luz entre la espesura. Pensé que también lugar, pese a haber pertenecido a Berlín Oeste, era de un urbanismo grandilocuente, un producto imperial de Prusia. La arquitectura socialista no inventó las grandes avenidas...
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